miércoles, 23 de enero de 2008

El fin ( o, Crónica de una muerte anunciada)

Según un estudio americano, creo recordar, el tercer lunes de enero es el día más depresivo de todo el año. En mi caso puedo afirmar que si no es el que más es uno de los peores que tuve en algun tiempo, por lo menos desde el verano creo que no tuve ningún día así de bajón como este lunes, y el caso es que amenaza con prolongarse toda la semana, menos mal que este jueves empiezan los carnavales de Venezia y allí que nos iremos (espero que no pillemos otra mojadura como las 2 veces anteriores, si no voy a marcar la ciudad con una X en el mapa y rezar para que venga una tormenta divina que la sumerja de una vez por todas bajo las aguas del Adriático).
Aprovecho este post para deciros que este va ha ser el último post que escriba en el blog, los motivos son varios, que no sirvió para nada para lo que tenía pensado en un principio, que estoy un poco cansado de escribirlo, que me queda poco tiempo aquí y aun tengo un montón de cosas que quiero hacer por hacer y posiblemente por lo que os conté al principio. Ciao, Baci e Abraci.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Jodr Beni, pois o do 3º luns do ano está máis que comprobado, a día de hoxe (mércores) aínda non levanto cabeza. E anímate a escribir algunha cousiña máis, home, que tes varios lectores fieis que non debes defraudar. E dalle unha última oportunidade a Venezia!

Javi dijo...

Mal, muy mal! Los blogs no se dejan, simplemente se olvidan. Lo mejor es que hagas como yo, es decir, un día pones una parida, otro piensas hacer una cosa un poco más seria, ya sabes, le vas dando vueltas hasta que se te olvida y dejas el blog abandonado durante meses.
Un saludo.

Anónimo dijo...

e logo q che pasou para tamaña depresion antibloqueira????o blogue non che ten a culpa, por favor sigue informandonossssssssssssss!!!!!

Anónimo dijo...

Benitiño,di algo,tas morto...

Anónimo dijo...

No te preocupes son las temporadas.
En el invierno nuestro cuerpo recibe menos radiación UV, y sintetizamos menos vitamina D. Eso hace que nuestro ánimo decaiga.